martes, 29 de abril de 2008

Jorobada de la vida

Había una vez, una niña que adoraba la libertad. Era su tesoro más preciado y lo que más deseaba en la vida. Ella estaba acostumbrada a llevar peso sobre su espalda, pero sin excesos, podía vivir con ello, era su estado normal.
Un día, la niña comenzó a sentirse más pesada de lo habitual, poco a poco se fue sobrecargando, sin darse cuenta. Sobre ella habían recaído demasiadas cosas y esto hacía mella en su espalda, en su alma, en ella. Se sentía cansada, fatigada, presa. Y, ahora más que nunca deseaba la libertad que siempre había anhelado, esa que ya ni reconocía porque hace demasiado tiempo que no la sentía.
Fue pasando el tiempo y la niña se acostumbró a ese sobre peso, aunque se daba cuenta de que su calidad de vida y nivel de ser había bajado. Ya no vivía, sobrevivía.

lunes, 21 de abril de 2008

Besos

Recuerdo una vez que pedí un deseo. Lo escribí un fin de año cuidadosamente en un papel blanco, con la intención de guardarlo durante todo ese año nuevo y, si no se me cumplía, guardarlo otro nuevo año hasta que por fin se hiciera realidad.

Recuerdo que una vez alguien pidió un deseo. E hizo lo mismo que hice yo, aunque nunca nadie pudo demostrarlo. Esta persona escribía cosas en papeles que no enseñaba y guardaba objetos de personas que no los recordaban. Tuve su deseo en mis manos durante algún tiempo, con la prohibición de abrirlo, aunque más tarde supe que en ese papel nunca hubo escrito nada. Quizás no quería nada, quizás no esperaba nada concreto de la vida.

Es curioso de qué manera hice mi deseo realidad, algo que andaba esperando desde hacía mucho tiempo y la "vida" me lo había dado en unos pocos meses. Fue aquella noche, sí, en mi portería, que me subí contenta habiendo entregado el único secreto que guardaba para mí: mi deseo. Bueno, en realidad no era ningún secreto, era el papel lo que ya no estaba en mi posesión.

Unos dicen que desperté, otros que empecé a soñar. A veces la barrera está tan difusa que no puedes realmente determinar el estado de las cosas, ni siquiera de ti mismo. Menos aún de ti mismo... A partir de aquél día supe, que había personas que sabían qué pensaba sin decir nada y que eran capaces de dar lo que los demás habían estado guardando cuidadosamente. Aquél día supe que se puede despertar con un beso, con un beso...

¿dónde?

Es curioso que un beso de ese tipo signifique traición.

miércoles, 16 de abril de 2008

Detalles con el mundo

Siempre me ha gustado la idea de hacer algo por el mundo, sentir que puedo hacer feliz a alguien, evitar que alguien se suicide... hacer cosas de esas que se consideran buenas.

Hoy creo que he tenido un detalle con el mundo. He regalado un pedazo de mí a quién lo encuentre: anda perdido en un restaurante de la ciudad, con olor a algo bueno. Lo cubre un envoltorio azul con un cordel que contiene una factura de una pizza y un agua dada de vuelta y, donde en color bolígrafo azul corriente, pone: "A quién lo encuentre. Suerte."

Lo he dejado porque me pesaba mucho, como pesan las penas y los años. Lo he dejado porque no me pertenecía, yo ya tengo otras de esas que representan para mí almas de personas que me han guiado en mi vida. Las que tengo tienen formas de espirales grabadas en sus paredes mientras que esta era blanca, sencilla...

... pero seguro que le alegra el día a esa persona.

¿Sabes qué he abandonado?

martes, 15 de abril de 2008

¿Qué es la vida?

La vida no es ningún pasillo recto y fácil
que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos,
en el que tenemos que buscar nuestro camino,
perdidos y confusos, detenidos,
de vez en cuando, por un callejón sin salida.

Pero, si tenemos fe, siempre se abre
una puerta ante nosotros;
quizá no sea la que imaginamos,
pero si será, finalmente,
la que demuestre ser buena
para nosotros

A. J. CRONIN

domingo, 13 de abril de 2008

Amélie es como un guía


Hacía tiempo que no veía cosas que me hicieran cambiar mi forma de ver el mundo. A veces es necesario observar ciertas imágenes que te hagan reflexionar fuera de las preocupaciones diarias. ¿Sabes qué necesito ver en cuestión de días...?

Mi película favorita. Tú sabes cuál es: aquella que nunca quisiste ver conmigo. Bueno, sí, una vez pero ni siquiera le prestaste atención y pensaste que era una película más. Pero sabes que no lo era... ni lo es.

Necesito ponerme ese film para sentir que la vida tiene sentido, porque a veces nos olvidamos de ver la esencia de esas pequeñas cosas a nuestro alrededor. Zarpamos a un mundo de espirales que no nos deja apreciar cada momento, cada situación.

Y a veces necesito volver a ver esa película, porque es de las pocas que me devuelven mi niñez: algo que nunca he querido perder.

miércoles, 9 de abril de 2008

SALTAR

¿Qué es saltar?

Saltar no es apegarse a alguien o algo y dejarse arrastrar al vacío, sabiendo que cuando estés cayendo alguien estará frenando tu velocidad o te estará esperando con una enorme colchoneta.
Saltar no es coger a tus miedos y meterlos en el compartimento secreto de tu maleta para no tenerlos presentes.
Saltar no es un juego de comba.

Saltar es dejarse llevar por el flujo de espirales y coincidencias, pero sobre todo, por ti.
Saltar es lanzarse al vacío, al TODO y NADA, sin saber quién ni qué te espera abajo, sin pensar en la finalidad de saltar, en la caída, en si te harás daño o no.
Saltar es coger la llave que abre la puerta de tus miedos, liberarlos y luchar contra ellos, en las alturas, teniendo en cuenta que un movimiento en falso te condena a los infiernos. Saltar es derrotar a tus miedos, desprenderte de ellos.
Saltar es renunciar a tus apegos: las ideas preconcebidas, los esquemas mentales, la comodidad y aparente seguridad adquirida.
Saltar es SOLTAR y agarrarte a lo único que tienes… a ti.

Saltar es difícil porque implica muchas cosas, te implica.

domingo, 6 de abril de 2008

Dicen, dicen, dicen


Dicen que la vida es como una auténtica espiral, que creces de lo más pequeño para abrirte a un gran mundo. Dicen que te acabas envolviendo de lo que te rodea, creando tu "círculo", arrastrando a la gente contigo. Dicen que hay dos tipos de espirales:

aquellas cómodas que te permiten llegar más rápido a los sitios y aquellas que te rodean y te ahogan, sumiéndote en un mundo de caos.

¿Alguna vez te has sentido rodeado por una espiral? ¿Has podido salir de ella? Sólo los valientes que se atreven a saltar consiguen desprenderse de ellas.

"Venga valiente, salta por la ventana"

viernes, 4 de abril de 2008

Los dos mundos

En el planeta Ardid, había una niña especial, diferente al resto: era desconfiada y no se comunicaba con su entorno, escepto con sus más allegados. No aceptaba la realidad en la que vivía, sentía que no pertenecía a este mundo. Así que, cogió un pincel, varios colores y comenzó a pintar su mundo en el lienzo de su alma. La niña pasaba horas y horas jugando en ese mundo, olvidándose por completo del resto. Era la "ausente", la "rara", pero eso no le importaba, ella ERA en su mundo y era feliz.
Pasaron los años y la niña fue creciendo. Ya no era tan "rara", porque consiguió hacer viajes a la realidad de Ardid y adaptarse (aunque no se sabe hasta qué punto). Sin embargo, aún seguía conservando ese mundo lleno de fantasía y magia pintado por ella.
Ahora está confusa, ha vivido tanto tiempo sumergida en su propio mundo que no sabe diferenciar cuál es el verdadero, el real/establecido, o el ficticio/imaginario. Ambos aparecen y desaparecen como si se tratara de un juego, el escondite, pero nunca se llegan a encontrar.

¿Cuál es el límite de lo real? ¿Hasta dónde llega la ilusión y lo ilusorio?